En muchas áreas y disciplinas, el precio de crecer, actualizarse, expandirse, es romper lo que se posee actualmente. Si no me creen, vean lo que pasa cuando queremos ampliar una edificación. Es irrisorio creer que la estructura actual no va a sufrir la violencia de una masa o un martillo. Cuando se pretende agregar una modificación en un vehículo ocurre lo mismo: la pintura original o los plásticos originales sufrirán la acción de herramientas que propinarán orificios, marcas, cortes. Estos ejemplos sirven para ilustrar lo que ocurre cuando en nuestras vidas se presenta la necesidad de crecer, mejorar, expandirse. El precio que habrá que pagar muy posiblemente resulte caro, pero el resultado final dirá que habrá valido la pena.
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