sábado, 5 de julio de 2008

Sólo un espejismo


“…añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.”


(2 Pedro 5-8)

El día de ayer, me encontraba en la fila para entrar a un banco cuyas puertas aún permanecían cerradas. Estaba aproximadamente en la posición 12 dentro de la fila, esto es, a algunos metros de distancia hasta la puerta de acceso. Noté que la distancia que existía entre cada integrante de la fila era considerable. A medida que pasaban los minutos y se acercaba el horario de apertura, esta distancia comenzaba a disminuir. De pronto me encontraba más cerca de la puerta que antes, pero no era por haber avanzado en la fila. Esta situación era fruto de la impaciencia por entrar de quienes estábamos en la fila encimándonos unos a otros.
En nuestra vida espiritual suele pasar lo mismo. Pensamos que estamos avanzando, sin embargo quedan por delante los mismos obstáculos por vencer, obstáculos que tienen su historia y llevan años permaneciendo en el mismo lugar. A veces pensamos que por aprendernos algún versículo de la Biblia de memoria, por repetir monótonas frases a las que titulamos como “oración” o por seguir una suerte de ritos religiosos, nuestra vida espiritual está avanzando. Al igual que lo que me pasó en la fila del banco, es sólo un espejismo, una ilusión de avance nomás. El verdadero avance y crecimiento está dado por el nivel de conocimiento que tengamos de Dios. Se trata de algo mucho más profundo. Se trata de parecernos cada día más a nuestro Señor Jesucristo, parecernos más en virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor. No digo que esto sea algo fácil, pero tampoco es imposible. Claro que si nunca lo intentamos, seguiremos dando vueltas viviendo solamente un espejismo de crecimiento.

3 comentarios:

guillermo dijo...

Es como andar en calesita. Das vueltas y vueltas, pero siempre en el mismo lugar.
Aprendí, y sigo aprendiendo, que antes de avanzar, necesitas una META. Un OBJETIVO. Una VISION. Luego pones esa visión u objetivo delante de Dios. Te haces la rutina (una rutina positiva), de poner el objetivo todos los días delante de Dios. Dios entra en acción, y... AVANZAS!!!!!!
Les mando a los tres y medio mi más cariñoso abrazo.
Guillermo de Col. Springs

Anónimo dijo...

Me encanto el post y estoy de acuerdo. Me gustaria agregar, que lamentablemente para muchos la puerta nunca se abre, y se pasan la vida en un espejismo de creer que lograron avanzar cuando en realidad no alcanzaron el objetivo principal: entrar. Dios quiera que eso no me pase y caiga en el autoengaño. gracias por ayudarnos a reflexionar. luli

>> Dulci Krätzig dijo...

y lo peor son aquellas personas que alardean de un falso avance... piensan que estan avanzando y ademàs y ademàs se hacen los agrandados jeje que no nos pase. que avancemos pero la gloria sea siempre para Dios!!!