viernes, 11 de julio de 2008

Planes frustrados



"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos."
(Isaías 55:8-9)
Qué lindo que es planificar, pensar en el futuro delineando cada uno de los pasos que pretendemos dar… ya sea porque queremos hacer un viaje, o una salida especial, porque queremos empezar una carrera, o porque no, formar una familia. Bueno, estos son planes importantes, pero qué tal si pensamos en las cosas de todos los días, cuando nos despertamos y planificamos cada momento como queremos que transcurra para poder cumplir con cada una de las responsabilidades. ¿Es lindo no? Pero más lindo sería que las cosas pasaran tal cual como nosotros las pensamos… ¿o no?
¿Te ha pasado alguna vez que tus planes y proyectos se han visto trabados o modificados por alguna circunstancia imprevista? ¡Sí! Es más, creo que la mayoría de las veces que uno hace un plan, no sale como lo pensamos…
Qué difícil que es aceptarlo, qué duro que es tener que bajar la cabeza cuando nos encontramos con un embotellamiento y tenemos que cambiar los planes porque no llegamos a horario; o cuando una gripe fulminante nos sorprende y no podemos dar el paseo que queríamos. Cuántos ejemplos más podemos pensar de lo que nos pasa cada día.
La pregunta es: ¿qué hacemos cuando las cosas no salen como esperamos, esto nos arruina todo el día porque no podemos superarlo o logramos seguir adelante con un poco de flexibilidad y creatividad?
La verdad es que muchos consejos no puedo dar porque estaría mintiendo si dijera que en esos momentos no me invade la bronca e impotencia por tener que resignar mis hermosos, detallados y elaborados planes.
Pero lo que sí puedo compartir es aquello que me hace sentir mejor en esos momentos y me permite ver la vida de otra forma. Y esto tiene que ver con aquél en quien creo y confío por sobre todas las cosas.
En primer lugar, cuando las cosas no me salen como espero, entiendo que hay alguien que tiene todo bajo control y que si nosotros lo dejamos él realiza sus planes en nuestras vidas y que éstos son mucho mejores que los nuestros, aunque al principio no lo veamos así.
Pero también tenemos que saber que hay cosas que suceden como consecuencia de nuestros errores o debilidades que no necesariamente estaban en los planes de Dios, aún así, si lo buscamos y anhelamos su voluntad para nosotros podemos estar seguros de que todas las circunstancias, incluso las más desfavorables a los ojos humanos, él las puede transformar para bien de aquéllos que lo amamos.
Y de esta forma podemos respirar profundo cuando nuestros planes son modificados, alegrarnos y entender que hay algo mejor que nos está esperando.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que linda refelxion realmente a todos nos pasa muy a menudo que nuestros planes se frustran, pero lo que mas me consuela es aunque en el momento nos desanimamos, si verdaderamente somos hijos de Dios sabemos que nosotros podemos mirar los metros que tenemos por delante pero Dios puede ver hasta el final del camino. y El solo quiere lo mejor para nosotros, el prometio estar con sus hijos.
Dios los siga bendiciendo con estos comentarios.
Claudia Lousa.

Anónimo dijo...

Buenísimo el artículo. Me hace bien pensar que aún cuando no salen las cosas como las planifiqué Dios está sobre mi vida y transforma todo con propósito y para mi bien. Los pensamientos de Dios para nuestras vidas son perfectos. Estoy ansiosa por leer el próximo artículo. Felicitaciones. Ester.

Anónimo dijo...

Buenisimo el blog!! y si, hay dias en que las cosas no salen tal cual las planeamos. Pero que bueno saber que Dios nos regala otro dia para volverlo a intentar. La vida misma es un regalo. Luli