Al lado de papá

Ella tenía dos añitos y estaba aprendiendo a compartir. Él, un papá orgulloso de su hija que haría lo que fuera por verla feliz. Le había comprado un paquete de papás fritas que ella comía en la plaza sentada pegadita a su papá. Se arrimó un niño al ver las papas fritas y ella muy contenta tomo una y se la dio. Papá sonrió feliz al ver que su hija aprendía a compartir. La escena se repitió varias veces y la pequeña seguía compartiendo sus papás fritas con alegría mientras provocaba una gran sonrisa en el rostro de su papá.

En ningún momento pasó por su cabeza la idea de que se quedaría sin, ella estaba al lado de papá quien aprobaba su gesto y quien saldría corriendo a comprar otro paquete si ella se quedaba con hambre. Porque él nunca permitiría que a ella le falte nada. Y ella lo sabía.

Cómo me emocionó ver esta escena y sentir la voz de Dios hablándome muy dentro de mi corazón. ¿Cuántas veces nos preocupamos porque las cosas que tenemos se nos están por acabar, o porque algún día pueden acabase? ¿Escuchaste alguna vez esa frase que dice: “las cosas buenas duran poco tiempo”? ¿Cuántas veces dudamos en compartir algo que tenemos por temor a quedarnos sin? ¿Cuántas veces nos enfocamos en lo que nos falta y dejamos de disfrutar de lo que tenemos?

La Biblia dice que tenemos que ser como niños para entrar al Reino de los Cielos (Mateo 18:3), y es en situaciones como estas en las que entiendo a qué se refiere con “ser como niños”. Ser como esta niñita que disfrutaba de lo que tenía y de compartir con los demás haciendo feliz a su papá. Ser como esta niñita que no se despegaba del lado de su papá porque sabía que allí todo estaba bien.

Si estamos al lado de nuestro Papá, al lado de nuestro Dios, no tenemos NADA por qué preocuparnos. Él suple TODAS nuestras necesidades. En su palabra también nos dice que Él es nuestro pastor y NADA NOS FALTARÁ (Salmo 23:1). Entonces podemos disfrutar de la vida, confiados en Dios y haciéndolo sonreir.