sábado, 6 de marzo de 2010

Pilares

En la madrugada del pasado sábado 27 de Febrero, a las 3:34 hs., sufrimos el embate de un poderoso terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter, en el país de Chile, país donde residimos actualmente con mi familia. Son experiencias como éstas en donde uno literalmente comprueba de qué está hecho, donde se plantea ¿sobre qué pilares se asienta mi vida? En ocasiones como éstas uno puede echar mano de lo que cree y apoyarse en ello. Quisiera aprovechar esta reflexión para expresar a todos mis amigos, de una manera respetuosa, algunas de las cosas en las que creo firmemente.

Durante la semana siguiente al terremoto, tuve la oportunidad de almorzar en un restaurant con algunos colegas de trabajo. Rápidamente el tema de mis creencias “religiosas” fue puesto como tema de conversación. Pude darme cuenta de que el pensamiento de mis amigos se dividía en dos grupos, los que directamente no creen en la existencia de Dios y los que creen en su existencia, pero tienen una imagen de un ser vengativo y con el ceño permanentemente fruncido.

En primer lugar, yo creo en un Dios vivo. Muchos ven a Dios en la imagen de un Cristo crucificado, que tiene sus pies y manos clavados y con un rostro moribundo. Déjenme decirles que lo mejor que nos podría haber pasado es que Cristo muriera en la cruz, porque es allí donde Él pagó el precio de nuestros pecados y permite que Dios nos vea como justos a través de Jesús. Pero Cristo no se quedó en la cruz… la Biblia nos enseña que al tercer día resucitó. Dios es un Dios vivo que está activo e interesado en nuestra vida. En Jeremías 29:11 dice “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Dios se encuentra en plena actividad teniendo todo el tiempo pensamientos de bien hacia nosotros.

Yo creo en un Dios tan bueno y misericordioso, que es capaz de entender que no somos perfectos y reaccionar ante nuestros errores y culpas con misericordia y gracia. Muchas religiones usan el temor para controlar a sus miembros. Es más, hasta lo utilizan para literalmente quitarles su dinero. En el libro de 1 Juan 4:18 dice “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo”. En Lucas 1:3, cuando el ángel se apareció a María, le dijo “no temas, porque has hallado gracia ante Dios”. Y de eso se trata, gracia, es decir la reacción bondadosa de Dios ante la condición imperfecta del hombre. Dios no es un ser que está todo el tiempo con el ceño fruncido esperando a que nos equivoquemos en lo más mínimo para castigarnos. Creo en un Dios que es padre, que busca una relación de amor con sus hijos para echar fuera el temor.

Además, yo creo en un Dios de alegría. Dios no es aburrido, tiene sentido del humor. De hecho, es el inventor el humor. El salmo 30:11 dice “Has cambiado mi lamento en baile, desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría". El salmo 4:7 dice “Tú diste alegría a mi corazón…”. Dios está con nosotros cuando nos estamos divirtiendo. No hay nada pecaminoso en divertirnos. De hecho, reírnos es bueno para nuestra salud. Los especialistas incluso dicen que reírse es la mejor terapia en contra del envejecimiento. Dios nos ha creado para ser personas alegres y que Él pueda alegrarse con nosotros.

Yo creo que la “religión” es un invento inútil del hombre. Dios no es un dios de religión. Para mí la religión se trata de un pobre intento de la raza humana de negociar con Dios para obtener sus favores. El hombre no tiene con qué negociar ante Dios. No hay nada que podamos ofrecer que pudiere impresionarlo. Lo único que podemos entregar es nuestro corazón para que él lo llene de su presencia y produzca cambios en nuestra vida. Hasta ahí llegamos. No hay rito o rezo que pueda salvarnos. Sólo su gracia revelada a quienes entregan su vida a Jesús es lo que nos hace vivir una verdadera experiencia y relación con el creador del universo. Un hermoso himno escrito a finales del siglo XIX por Lidie H. Edmunds dice: “Mi fe descansa en buen lugar, no en una religión; Confío en el viviente Rey, Pues Él murió por mí.

Finalmente, hay quienes piensan que es un libro de historia y hasta incluso un libro de fábulas. Yo creo que la Biblia es la Palabra de Dios. Escrita por hombres pero por inspiración del creador del universo. Contiene verdades que son las que afirman nuestros pies aún cuando la tierra pudiere literalmente sacudirse de un lado al otro. La historia pasó y nada puede hacerse al respecto, las fábulas son excelentes para enseñarnos alguna que otra lección, pero la Palabra de Dios, el manual del fabricante, el pensamiento del Creador, es lo que va a alumbrar nuestras vidas en momentos de oscuridad; tiene trascendencia y aplicación en nuestro presente de manera de asegurar nuestro futuro.

Como decía al comienzo, uno puede atravesar momentos de dificultad (como un terremoto), pero estos pilares nos sostienen, nos hacen caminar en tierra firme y hacen que nuestras vidas tengan un propósito y la gente con propósito tiene un cuidado especial de lo Alto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En tiempos dificiles es cuando realmente vemos de que estamos hechos. Dios es fiel y los ha guardado. Gracias por las palabras, nos animan a creer y fortalecer nuestras vidas en pilares correctos, para q cuando venga el terremoto de la vida, sigamos de pie. Abrazos
MATIAS

Anónimo dijo...

Qué bueno es tener nuestra confianza puesta en Dios, quien tiene cuidado de nosotros en todo tiempo. Con pilares así, nuestra vida se mantiene firme y segura, no importa lo que venga. Ojalá muchos crean y entiendan en su espíritu el inmenso amor de Dios a través de estas palabras. No hay verdad más reveladora que la de Jesús.
Saludos amigos! Melisa