domingo, 17 de mayo de 2020

Juego de Perspectivas


En el mundo de las artes, se denomina perspectiva a la representación de objetos tridimensionales en una superficie bidimensional (plana) con la intención de recrear la posición relativa y profundidad de dichos objetos.

En otras palabras, en un mundo de dimensiones limitadas, la perspectiva buscar dar otra profundidad a los objetos.

Dependiendo desde la posición desde donde se mira (o dibuja) un objeto, es la “perspectiva” que tenemos del mismo. Al cambiar el lugar desde donde se observa algo, la “perspectiva” cambia.

Es por eso que cuando trasladamos el término a la vida cotidiana, la palabra se suele utilizar de manera intercambiable con otros sinónimos como por ejemplo “criterio”, “punto de vista”, “postura”, “óptica”, forma de ver las cosas, etc.

Todos tenemos puntos de vistas acerca de situaciones, cosas o personas. Hasta aquellos que les cuesta decidirse acerca de qué piensan o cuál es su postura acerca de algo, muy en el fondo manejan un criterio de decisión. Todos tenemos perspectivas, formas de ver la realidad, creencias. Alfred Adler (psiquiatra austríaco, contemporáneo de Freud) dice que desde que nacemos vamos desarrollando creencias acerca de nosotros mismos, del mundo y de la gente que nos rodea, y vamos tomando decisiones en base a estas creencias, decisiones acerca de cómo pertenecer y ser importantes en este mundo.

El origen

¡Nuestra perspectiva tiene sus raíces en nuestros pensamientos! Tus pensamientos determinarán tu perspectiva y tu perspectiva determinará tu experiencia. Es el color de los cristales de los anteojos con los que vemos el mundo.

Nuestros pensamientos son “el origen”. El excelente largometraje “INCEPTION” (El Origen), protagonizado por Lionardo Di Caprio, relata el poderoso efecto que tiene el hecho de implantar una idea en una persona.

Dom Cobb es un ladrón con una extraña habilidad para entrar a los sueños de la gente y robarles los secretos de sus subconscientes. Su habilidad lo ha vuelto muy popular en el mundo del espionaje corporativo, pero ha tenido un gran costo en la gente que ama. Cobb obtiene la oportunidad de redimirse cuando recibe una tarea imposible: plantar una idea en la mente de una persona. Si tiene éxito, será el crimen perfecto. Cobb recluta a Eames, un falsificador que puede cambiar su apariencia en los sueños; Yusuf, un químico desarrollador de sedantes (ya que para llevar a cabo la implantación se necesita un potente sedante) y la una arquitecta para diseñar los sueños.

Se dice que pensamientos dan lugar a palabras. Las palabras a su vez, engendran acciones. Las acciones que llevamos a cabo determinarán nuestro comportamiento el cual, a su vez, provocará consecuencias.

Si nuestros pensamientos están fundados en mentiras, el resultado será una perspectiva incorrecta. Eso sucede cuando damos crédito a cosas que no son verdad como por ejemplo “siempre me sale todo mal”, “soy un bueno para nada” o, a la inversa, “soy el mejor de todos”, “nadie hace las cosas tan bien como yo”.


Si por el contrario, nuestros pensamientos están parados sobre la verdad, nuestra perspectiva nos ayudará a analizar correctamente el mundo que vemos.

El apóstol Pablo lo enseña de la siguiente manera:

“...cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios…” (Romanos 12:2 DHH).


Otras perspectivas



Muchas veces somos prisioneros de nuestra propia perspectiva, nos encerramos en nuestro propio mundo y tomamos a los demás de rehenes de nuestra forma de pensar.

Un de las mejores formas romper el cerco y ampliar la visión es nutriéndonos de las perspectivas de otros.

El rey Salomón, quien es considerado hasta el día de hoy el hombre más sabio que jamás existió, dice en Proverbios 11:14:

“Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.”

Hay sabiduría en abrirnos y conectar con otros. Aprender a escuchar, ser humildes y reconocer que los demás tienen mucho que ofrecernos dará una nueva perspectiva a nuestras vidas. 

Ponernos en el lugar del otro y tener empatía es otra excelente forma de darnos cuenta de aquellas cosas que son importantes y pueden dar valor agregado en nuestras vidas.

Abrirnos a otras perspectivas no es una acción inconsciente o mecánica. Es un proceso orgánico y dinámico y siempre existe el riesgo de caer en “falsas dicotomías” (“o es blanco o es negro”). Quienes se rigen por estas dicotomías andan saltando de una perspectiva prestada a otra en lugar de capitalizarse y formar una perspectiva propia. Debemos aprender “tomar lo bueno y descartar lo malo”.

“...sino pongan a prueba todo lo que se dice. Retengan lo que es bueno. Aléjense de toda clase de mal.” (1 Tesalonicenses 5:21-22).


Perspectiva superior



Pero ¿cómo podemos filtrar aquello que es bueno de lo que no lo es? Existe una perspectiva superior de la cual podemos alimentarnos.

En el Antiguo Testamento, Isaías profetizaba en nombre de Dios diciendo lo siguiente:

“Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.” (Isaías 55:9).

Como se dice comúnmente, “es necesario elevarnos para ver el bosque en lugar del árbol”. Desde donde estamos muchas veces las cosas no se aprecian en su dimensión correcta. O, mejor dicho, quizás las cosas se vean muy reales pero Dios, quien hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman, ve lo que hay más allá de nuestra perspectiva.

Es el mismo Dios que nos enseña que es “más bienaventurado dar que recibir”, que debemos “perdonar a quienes nos ofenden”, que “devolvamos bien por mal”. Estos son pensamientos superiores. Nuestra perspectiva muchas veces no nos deja elevarnos a este nivel.


Invitación

  • Escuchar a otros, ponernos en el lugar de los demás.
  • Nutrirnos de La Perspectiva Superior. Conocer a Dios, entrar en una relación correcta con Él a través de Jesús para cambiar nuestra manera de pensar y de vivir.